River vuelve preocupado de Tucumán: empató con Atlético, Barco erró dos penales y Borja salió lesionado
El Millonario de Martin Demichelis sigue invicto y se mantuvo como líder de la Zona A. El Decano no tuvo el mejor arranque de temporada y todavía no pudo ganar. Mirá el resumen.
Tuvo de todo el atractivo empate sin goles entre Atlético Tucumán y River: dos penales errados por el elenco de Núñez, un remate en el palo para los locales, uno en el travesaño para la visita, varias situaciones de gol y un fuerte cruce entre Esequiel Barco y el entrenador Martín Demichelis por una clara desobediencia del futbolista.
Se hablará mucho en las próximas horas y días del desafío a la autoridad de Barco a Demichelis. Son bravos los futbolistas, se sabe. Y algunas veces caprichosos. Es cierto que el resultado es el que termina de inclinar la balanza para un lado o para otro. ¿Qué hubiese pasado si Barco metía el penal?
La secuencia fue clarita. Néstor Breitenbruch bajó a Ignacio Fernández adentro del área y Arasa marcó el penal. Barco se metió una pelota abajo del brazo y Borja otra. Hubo una lucha y el mediocampista ganó; el colombiano revoleó el balón a la tribuna. La ejecución del ex Independiente fue al medio y José Devecchi la atajó con su pierna derecha. Pero el VAR observó la invasión de zona de Alexis Flores y el penal se volvió a ejecutar.
Ahí ocurrió el desafío a la autoridad porque un Demichelis enérgico le ordenó a Barco que no patee y que lo haga Borja. Nacho Fernández fue a persuadirlo, pero no pudo hacerlo. El atacante colombiano le dio una palmada en la cara al volante creativo en señal de apoyo. El disparo se fue varios metros arriba del travesaño y el técnico salió eyectado del banco de suplentes masticando algo más que bronca. Iban 28 minutos de la etapa inicial.
En lo que quedó de la primera etapa, Demichelis no dio indicaciones y estuvo cruzado de brazos. Barco, en tanto, casi no tocó la pelota. Cuando Arasa marcó el final, todos los compañeros fueron a animar a Barco, mientras que el entrenador se metió rápido al vestuario con cara de pocos amigos.
Y la decisión que tomó Micho en el entretiempo también dará que hablar: lo sacó para poner al juvenil Franco Mastantuono. Sí, mandó un contundente mensaje de autoridad el técnico de 42 años.
Es verdad, además, que River no jugó bien en esa etapa inicial, más allá de los dos penales fallados. En los primeros minutos, Atlético Tucumán lució más metido y puso en apuros a Franco Armani. Fueron pobres los rendimientos de Sebastián Boselli y Ramiro Funes Mori, los que se metieron para que descansen Paulo Díaz y Leandro González Pirez. Al uruguayo Nicolás Fonseca le costó hacer pie en el mediocampo. La más clara de los locales fue un mano a mano que falló de manera insólita Marcelo Estigarribia: le quedó picando en el centro del área tras un error de Boselli y le pegó muy mal de zurda.
No fluyó en ataque River porque Barco se pinchó y porque Facundo Colidio estuvo poco particpativo. Nacho Fernández retrocedió demasiado. A Borja le quedó una y casi la mete de carambola luego de un rebote en el arquero Devecchi.
El complemento comenzó con otro dolor de cabeza para Demichelis: Borja salió con una molestia muscular y empieza a estar en duda para el Superclásico del domingo 25 en el Monumental.
Jugó mejor River en el complemento. O más exacto: manejó más la pelota y estuvo más cerca del arco de Devecchi. Atlético se paró más de contra y complicó en un par de corridas, especialmente por el sector de Marcelo Herrera. Un disparo de Joaquín Pereyra al palo fue la más nítida.