Rodolfo Arruabarrena: «Les dije a mis jugadores: Ojo con tocarlo a Messi, porque después no puedo entrar a la Argentina»
Se ríe, su buena energía contagia. Afuera arde el asfalto, pero adentro del lujosísimo Dusit Thani, donde se concentra el seleccionado de Emiratos Árabes el clima es perfecto, todo reluce, impacta cada detalle, la vista no alcanza a guardar todo lo que sucede al mismo tiempo. La tecnología con la arquitectura tradicional es una comunión perfecta. Es una torre de cristal enclavada en el nuevo centro comercial de esta ciudad, junto a los Manglares del Este, un icónico paseo marítimo, que completa una escena magnífica. En medio de tanto brillo emerge la figura de Rodolfo Arruabarrena, el entrenador del equipo que se enfrentará este miércoles, desde las 12.30, hora de la Argentina, a Lionel Messi y compañía. Es un verdadero anfitrión, porque más allá de que haya tomado las riendas del seleccionado local en febrero último, al Vasco ya se lo puede considerar como a uno más en estas tierras.
Desde su desembarco en Medio Oriente, cuando llegó en 2016 para dirigir Al Wasal, en Dubai, su nombre comenzó a ganar preponderancia en un fútbol en plena expansión. Por eso ahora se maneja con la naturalidad de un local. Cuesta abstraerse de todo lo que sucede en ese hotel mientras se buscan un salón para la charla. Nada de ruidos incómodos, la música acompaña sin alterar a nadie, los colores no son estridentes, cada frase en nasji, la escritura árabe actual, que aparece en el camino, asegura uno de los acompañantes locales que fue realizada con un cálamo, una caña con un corte en un extremo para escribir de forma artística, dibujan una escenografía de película. Arruabarrena ya no parece sorprenderse de nada en un escenario tan fastuoso, simplemente se decide a contar cómo es su experiencia allí y cómo palpita el choque con la Argentina, a tan sólo 6 días del debut en la Copa del Mundo de Qatar y con la presión de sus «dos barras bravas» (sus hijos Lucas y Tomás) para que nadie se atreva a toca a Lionel Messi.
-¿Por qué tomaste la determinación de salir del circuito tradicional para hacer un recorrido en Medio Oriente?
-La idea era salir un poco de toda la vorágine que se vive en el fútbol argentino. Me tocaron las dos cosas, jugar por títulos con Boca y con Tigre vivir la lucha por un campeonato y por no descender, algo que te demanda más presión que cuando vas por la zona de arriba. Hay más estrés, sobre todo en los jugadores. Surgió la posibilidad de tener una reunión en Dubai, con los dirigentes de Al Wasal y lo acepté. Culturalmente tenía una noción de lo que era vivir en esta región, pero desconocía la vida en sí. Firmé por un año y nos acostumbramos rápido a lo que son las presiones. Fueron dos años muy buenos los que viví y en ese momento empiezo a tener más nombre en esta zona. Pude haber salido hacia España, pero cambiaron el reglamento y pedían 5 años de experiencia. Me fui a Qatar 3 meses, me gustó, pero quería estar más cerca de algunos otros equipos fuertes de la región. Cuando salió la chance de estar en Emiratos no lo dudé. Mi deseo en un futuro es probar en otras ligas, pero hoy estoy muy bien acá. España me seduce porque mi familia vive ahí, pero insisto que me gusta la función que tengo en la selección de este país. Tenemos una generación nueva de jugadores muy interesante a nivel técnico.
-¿Cómo te adaptaste a la vida de acá?
-Vivir acá es espectacular. No te vas a encontrar con nada raro. Tenés que adaptarte a alguna costumbre, pero la vida… Tenés todo. Es como estar en Europa, en Sudamérica, con un estilo de vida más oneroso, más caro, pero después las posibilidades de disfrutar de las cosas son iguales que en el resto de los países. Hay restaurantes italianos, españoles, chinos, japoneses, diferentes atracciones, parques de agua, parques temáticos. Es cierto que en verano el clima es complejo, pero la realidad es que todo está muy bien refrigerado, tenés que ir de tu casa al shopping o a los locales. Y después tenés paisajes muy lindos. Es un país ordenado, que te da seguridad, tendrá sus déficits en algunas situaciones, que las desconozco en profundidad, pero la vida en sí… El que quiera venirse de vacaciones, Emiratos es un lugar muy bueno, no te alcanza con una semana. No te vas a encontrar con algo complicado. Quizá Arabia es más cerrado, Qatar es más chico, pero es algo similar a Emiratos.
-¿Quizá las restricciones que se escuchan que hay, hacen pensar que vivir en esta región es complejo?
-Nosotros nos fuimos a Egipto a trabajar por 10 o 12 meses, cuando volvimos nos encontramos con que estaba un poco más cara la vida. Cuando ibas a ver departamentos o casa, te dabas cuenta de que había aumentado bastante todo. Yo estuve en la pandemia aquí y estuvimos cerrados por dos semanas, después podías salir, pero con cuidados, con alguna aplicación, pero se podía andar. Lo que me explicaron que cuando la mayoría de los países europeos estaban cerrados, hubo muchas familias de diferentes países que se vinieron a vivir acá. Eso hizo que se encarecieran algunas cosas. En los negocios ves muchos extranjeros que ya se instalaron acá. Se ven muchas construcciones en proceso. Nuestro entrenador de arqueros se quejaba que aumentaba el combustible y hace dos meses bajó el precio de la nafta. Sin duda que hay algunos otros problemas, pero te aseguro que es fácil adaptarse.
-¿Cómo te adaptaste a tratar al jugador local, por el idioma?
-El inglés lo manejo, pero no como me gustaría. Tengo un traductor porque no me gusta estar incómodo y quiero sentirme seguro. Con el jugador tengo un traductor, videos, charlas. Hay muchos chicos que los conozco, que los hice debutar. De los 30 futbolistas que solemos convocar, son 15 más o menos con los que ya trabajamos y el resto los conozco de enfrentarlos. Aprendí que acá al jugador lo podés retar, pero que a los 4 o 5 minutos hay que abrazarlos o darles una palmadita porque algunos no son tan fuertes mentalmente. La ventaja que tengo es que todos los jugadores están acá. A lo sumo tengo que hacer un viaje de dos horas para hablar con uno o mostrarle algún video.
-Se habla mucho de la rigurosidad para respetar la religión, ¿cómo lo manejás para los entrenamientos?
-Tienen generalmente cinco rezos, a nivel clubes me tocó que se vayan a rezar en el entretiempo, mis jugadores, los rivales y hasta los referees. Pero también son mañosos para esas cosas. En Al Wasl después de siete y ocho partidos veía que no iba a rezar en el entretiempo y lógicamente pensaba que era mejor porque me servía para poder hablar con el equipo 5 o 6 minutos. Pero cuando hubo un partido en el que no jugamos muy bien y que vieron que yo estaba caliente, cuando entré al vestuario para levantar un poco la voz, me habían quedado los tres extranjeros nada más, el resto de los jugadores locales se fueron a rezar. Tienen sus cosas, como en todos los equipos, por ejemplo, cuando ganás alguna competencia importante, después te piden dos o tres días libres, pero ya me van conociendo… La verdad que son buenos jugadores, hay que apuntarles a que sean más profesionales en algunas situaciones y en cuanto a lo físico, para tratar de acercarlos a las selecciones que se clasifican a un Mundial.
-¿Qué te genera saber que vas a enfrentar a la Argentina a seis días del arranque del Mundial?
-Uh, no sabés cómo está ese tema. No sabés cómo está la familia. Mis dos hijos más chicos me están rompiendo la cabeza, jajaja. Más allá de las bromas, para nosotros es importante una experiencia así, tengo muchos jugadores jóvenes que necesitan ese rodaje. Nos falta el roce con selecciones fuertes, porque nos falta la viveza que tiene el jugador sudamericano o el europeo, entonces, poder enfrentarlos nos permite sumar horas de aprendizaje. Y este partido con Argentina es una linda oportunidad. Mirá, saqué entradas para octavos, cuartos y semifinal para ver a la Argentina, así que quiero que todos estén bien, así que estoy entre la espada y la pared, jajajaja. De verdad, cuando arranque el partido quiero que mi equipo haga un buen papel. Sabemos que vamos a enfrentar a la selección que mejor luce.
-¿Cómo vas a hacer para que los jugadores no estén más pendiente de sacarse una foto con Messi que concentrados en hacer las cosas bien?
-Hablamos un poco del tema, sabemos lo que es Messi y lo que representa para todo el mundo. Así que les dije a mis jugadores: «Ojo con tocarlo, porque después no puedo entrar a la Argentina», jajaja. No de verdad, es un privilegio, no hablamos mucho del tema, lo que sé es que cuando arranque el partido voy a estar preocupado por cómo atacan, si tienen el juego por adentro o por afuera, por las diagonales, por ver cómo carajo hago para hacerle daño… Yo creo que los jugadores, como decía Bilardo, van a estar atentos para acercarse a Messi para manguearle la camiseta y a cualquier otro jugador. Porque el fútbol argentino está muy bien visto. Ojalá salgo un buen partido y que Argentina le sirva como preparación.
-¿Cómo se vive el Mundial desde Emiratos?
–La verdad que es todo muy intenso. Qatar es chico y ya hay mucha gente acá. Los aviones privados que salgan desde Emiratos tienen que volver, no se pueden quedar en Qatar. Por ruta se puede hacer, pasando por Arabia que parece que va a flexibilizar el visado, pero es más complicado. Se sumaron muchos vuelos por día para poder llevar y traer gente a Qatar. Se vive mucho el Mundial, es muy importante para toda la región.
-En lo personal, ¿te genera ansiedad el Mundial?
-Sin duda. Tengo una familia y amigos que me transmiten todo lo que se vive con el Mundial. Estoy acá, pero no desconozco la situación social, económica y política de mi país. Y para el pueblo argentino este es un mes en el que 26 jugadores les pueden dar una gran alegría. Y soy parte de la gente que quiere esa felicidad. Voy a estar en Qatar y soy moderado, pero tengo a mis dos hijos que son tremendamente fanáticos y hay que controlarlos. Ya me dijeron que tenga mucho cuidado.
-¿Con que tipo de rival se va a encontrar la Argentina cuando se enfrente a Arabia Saudita?
-Arabia ya está concentrada, está como si el Mundial se jugase en junio. El equipo tiene un mes de preparación, la liga se detuvo y están metidos en eso. Es un equipo que de tres cuartos para adelante tiene variantes, que quizá alguna de sus figuras no está en su mejor versión, pero que vienen teniendo buenos resultados en los amistosos. Tienen una seguridad defensiva que sorprende, porque era uno de sus puntos flojos. Es un equipo que tiene juventud y tiene experiencia. Es verdad que tiene algunas distracciones, pero mejoró en ese sentido.
-¿Qué te genera a vos el seleccionado de la Argentina?
-Argentina tiene una manera de jugar, tiene claro cómo jugar y dónde sacar provecho a partir de sus individualidades. Tiene un juego por dentro que es interesante y le da muchos frutos. En los últimos partidos mostró una intención de línea de tres que parece ser un plan B y es bueno tener diferentes alternativas. El tema es que todos te dan como candidato y hay que tener cuidado, porque emocionalmente la carga es importante. Lo bueno es que este grupo tiene experiencia, que llevan un tiempo juntos y eso suma. Hay que estar atento al primer partido, porque es el arranque y Arabia no tiene la presión de nada. Pero tanto el staff técnico como los jugadores saben que hay que aislarse de lo que se dice y siento que saben cómo hacerlo.
-¿Con qué Mundial nos vamos a encontrar?
–En principio, a nivel deportivo las selecciones van a llegar muy encima de la competencia. Me parece que será un nivel bueno, con algunas sorpresas. El tema del clima será otro punto importante, porque si no manejan bien los aires acondicionados va a hacer frío en los estadios. Cuando estuvimos en Qatar trabajando y ahora que jugamos contra Australia, la pasamos mal con el aire. En los entrenamientos también hay que estar atento, porque si no lo controlás, te paga fuerte el aire. Y después la época del año es buena para jugar, está bueno. Las canchas están perfectas, pero lo que me genera dudas es el tema de tránsito, transporte, alojamiento, es muy chico, en 10 minutos estás en todos lados. La verdad que siento que puede estar muy bueno el Mundial.
FUENTE: La Nación (Por Diego Morini)